sábado, agosto 14, 2004

MAMÁ A LAS ROSAS BLANCAS. RECETAS TRASTORNADAS

Bese a su mamá en las dos mejillas y luego córtela en dos; échela en agua hirviendo; quítele la cabeza que sonríe bondadosamente -podría estropearle el apetito-, la columna vertebral y todos los huesos que pueda. Prepare unas patatas cocidas y cortadas en rodajas que pondrá en una ensaladera. Mézclelas con pequeños cachitos de su mamá, y alíñelo todo con aceite de oliva en el momento de servir. No se olvide de poner unas rosas blancas debajo del plato: protegerán el mantel y además, a su mamá le gustaban tanto...

Una receta de Roland Topor.


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