De las jeringuillas a la magia, de la prostitución a la poesía, de los escombros al diseño, de la oscuridad a la luz.
En apenas cinco años el barrio del Pópulo ha pasado de ser una zona olvidada y evitada por los gaditanos a convertirse en una alternativa de ocio para la ciudad. Y con éxito.
El barrio más antiguo de la ciudad aúna elementos arquitectónicos medievales, góticos y múdejares. Esta circunstancia no se da en ningún otro lugar de la capital, tanto por el propio barrio como por su ubicación.
Una tetería y, al menos, cinco locales más completan la oferta hostelera. Para clientes y propietarios, el encanto de lo antiguo con el diseño más actual suponen una puerta abierta para el desarrollo de la capital gaditana.
Tres mil años sobre los hombros de un barrio que ha pasado de estar en el centro histórico y ser marginado a liderar la vanguardia hostelera de la ciudad.
Deepery
domingo, julio 18, 2004
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