jueves, noviembre 17, 2005

El cristo de los faroles

espina siempre se ducha
con la camiseta puesta.

una camiseta negra, sin mangas.

hace eso para que no podamos verle
el tatuaje que le cubre la espalda.
el tatuaje
se lo hizo el taruco.
se lo hizo
con 3 agujas de esas de coser la ropa
y un tubo de tinta china.

el taruco está en el maco por una muerte.
la de un coleguilla que le tangó
no se cuantas papelinas de jaco.

le llevó al pantano ese que hay
en san andrés de los tacones,
luego tiró de recortada,
le obligó a ponerse de rodillas,
le metió los cañones por la boca
y apretó los 2 gatillos.
para librarse del cadaver
le amarró a la cintura
con alambre oxidado
trozos de chatarra,
después lo arrojó al agua.

espina quería tatuarse un cristo.
el taruco le tatuó lo que él llamaba
el cristo de los faroles:
una polla enorme y 2 cojones.

los tatuajes ya no son ningún problema.
te los puedes quitar con rayo láser,
y eso fue lo que hizo espina:
aprovechó los permisos ordinarios de salida
que disfrutaba una vez cada 45 días
y renegó de cristo en la cruz.
pero ya ves, es el día de hoy,
y aún sigue duchándose

con la camiseta puesta.

David González, Los poemas de la cárcel

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