lunes, octubre 11, 2004

COMPRÉ UNA PALA EN IKEA PARA CAVAR MI TUMBA

Se domestica la naturaleza y se llama parque. Se doma al hombre y se llama estado.
A ser humano, como a los animales más tontos de la escala animal, sólo le interesa la hora de la comida. Empiezan el día pensando en la hora del desayuno y cuando dan el último mordisco al cuarto o quinto croissant ya están pensando en la hora del almuerzo. Y cuando apuran la caña del almuerzo y el pincho de tortilla, tienen la mente puesta en la hora de la comida.Y cuando se meten la copa después del pollo, las alubias y el flan, empiezan a pensar en la hora de la merienda. Y cuando están por el sexto donnuts y la cuarta taza de café ya están con la cabeza en la cena. Y cuando se limpian la camisa manchada con la salsa de los macarrones y los huevos fritos, empiezan a pensar en la hora del insomnio, para levantarse de madrugada a atacar la nevera...
Por las mañanas el perro mantiene intactas y con una energía desbordante, dos cosas: una, ganas de mear. Y la segunda, celebrar que es otro día y que yo estoy vivo y que estoy con él.¿Por qué con mi mujer no consigo lo mismo?¿Por qué de lo único que tenemos ganas, por las mañanas al despertar, es de mear?

Los mono volúmenes están pensados para gente que de niño soñó con ser chófer de autobús y que de mayor la vida le sonrió. Como el tiempo todo lo borra y hace que todo se olvide, démonos prisa, cariño, démonos prisa para hacernos daño y para hacernos todo lo bonito que no nos hemos atrevido hacer sobre nadie. Me jode que los padres lleven a los niños a restaurantes y que los hijos de puta de sus niños dejen en en el plato la comida casi sin tocar. Se la meten en la boca, juegan y la escupen otra vez en el plato. Tener la seguridad de que ese plato se va a reciclar para el cliente que lo pida una hora más tarde no me tranquiliza, ya que ese es otro asunto. A los niños, como a los perros, hay que dejarlos fuera del restaurante, atados. No tengo criterio para nada. Paso por paisajes maravillosos y no me entero.
Una foto es algo espantoso, quiere decir yo estuve allí yo lo vi y tu no lo viste. Quiere decir que yo viví algo que te excluye, que tu no has vivido y que no pretendo compartir contigo. Te enseño una foto y al hacerlo, te estoy diciendo: aquí tu no estás. Es mentira que las fotos sirvan para recordar. Sirven para decir: “yo sí, tu no”. Para excluir. Para separar.
He visto gente a las 9 de la mañana en las agencias de viajes. Desde fuera del escaparate. La pareja sentada y un tío con corbata largando. Estoy seguro que esos pringados son incapaces de elegir su propio viaje. Van a ver a un desconocido que les cobra por elegir su viaje. Lo único que les queda, un poco de tiempo de libertad y se desplazan a las 9 de la mañana hasta una agencia de viajes y se lo entregan a un desconocido con corbata. Y pagan.
Me voy a lanzar a conocer mundo: el Mac donalds de Orleans, el Don algodón de Sitges, el Pans Company de Cuenca, el Adolfo Domínguez de Tokio, la tienda Nike en Nueva York, el Banco de Bilbao en Roma, el Decathlon de Buenos Aires, el Virgin de Bruselas … Estoy en una oficina de un cliente importante. Me ven entrar al baño. Me muero de diarrea, de miedo, hace semanas que no duermo. Cago todo, todo, cago hasta el alma. Y con la fuerza de una manguera de bomberos. El papel no alcanza para limpiar tanta mierda, todo el suelo recubierto de mierda, las paredes, el techo. Tengo que usar las toallas para limpiar toda la mierda y hacerlas desaparecer por la ventana. Un dilema: ¿Que es peor, ya que me han visto entrar al baño y notan que tardo? ¿dejar el baño limpio y que me tengan por un ladrón de toallas o dejarlo todo cagado?
-Conocí a una tía que cuando te la estabas follando y sonaba el móvil, lo cogía
-¿Qué?
-Si, la ponía cachonda coger el móvil cuando te la estabas follando
-¿Hablar por tel?!¿Se calentaba hablando por teléfono?
-No. Le calentaba coger el tel. Buscar el tel móvil entre la ropa y cogerlo. Y yo mientras encima, follándomela. Le molaría el movimiento, la ansiedad por saber quién llama, yo qué sé, nunca se lo pregunté…
-¿Y tu que hacías? Te quitaría todo el rollo!
-Yo? …Yo era el que la llamaba!
-¿La llamabas por tel?
-Sí, mientras me la estaba follando, a cuatro patas, yo por detrás, sacaba de entre las sábanas mi tel móvil y la llamaba a ella. Y ella buscaba su teléfono móvil entre la ropa y lo cogía. Y se corría.-¿Y tu?
-¿Yo qué?
-¿Tu te corrías?
-Yo no, joder!
LA CARNICERIA TEATRO

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