SHERVESHA

La cerveza, como bebida alcohólica que es, ha sido perseguida y desacreditada a lo largo de la historia por considerarse perjudicial tanto para la persona como para la unidad familiar. Esto fue debido a la ridícula campaña prohibitiva emprendida por el Sr. Henry Ford y otros cohetáneos puritanos de la época. Pero esto llega a su fin.

La cerveza es uno de los alimentos más antiguos y extendidos de la humanidad y sin duda forma parte de la historia misma. Su principal componente es el agua, la cual representa cerca del 93 % del peso de la bebida. Su porcentaje de alcohol se comprende entre el 4 y el 7 %, aunque en casos excepcionales puede verse incrementado. Este porcentaje es bastante bajo en relación a otras bebidas alcohólicas de gran aceptación. Por ejemplo, el vino tiene una graduación comprendida entre 8 y 13 %, el anis tiene una graduación entre 40 y 70 % y el whisky se encuentra en el 40 a 60 %.

Además, como han ido constatando recientes estudios, un consumo moderado de alcohol resulta beneficioso para el organismo, ya que reduce la excitabilidad, facilita la relajación, etc. Y por otro lado, debido a la baja proporción de alcohol de la misma, la deshidratación producida por el alcohol se ve compensada por la cantidad de agua que contiene.

Centrándonos en los aspectos orgánicos, podemos decir que aquellas personas que consumen cerveza de forma moderada, tienen una menor incidencia de enfermedades de corazón, ya que la presencia del alcohol aumenta el suministro de sangre a los órganos y dilata los vasos sanguíneos.

Debido a la presencia de alcohol y a que la mayoría de cervezas se elaboran con agua de manantial, podemos estar seguro de la ausencia total de microorganismos patógenos.

Beber cerveza promueve la secreción de jugos gástricos, facilita la digestión y estimula el apetito, además de ser un excelente diurético. También es conocido que el consumo moderado de alcohol reduce la incidencia de cálculos biliares.. Y por si fuera poco previene la aparición de la menopausia y disminuye el riesgo de malformaciones fetales.

En cuanto al nivel calorífico, la cerveza es fuente de energía gracias a sus altas cantidades de carbohidratos. No tiene ni grasas ni colesterol por lo que no engorda, y su nivel de kcal es de 120, frente a los 240 de un refresco de cola. También contiene pequeñas cantidades de fibra. Pese a que la cerveza en sí no engorda, su nivel de carbohidratos impedirá que quememos correctamente grasas que ingiramos en otras comidas. Es por ello que la famosa "barriga cervecera" se debe en gran parte al tapeo que acompaña a toda cerveza. Por contra, el alto contenido en dióxido de carbono hace que nos sintamos prontamente satisfechos, disminuyendo así la sensación de hambre.

Otro de los beneficios de la ingesta de cerveza es su bajo contenido en sodio, aunque también es bajo el contenido en calcio y nitratos. Por fortuna, es nula la presencia de metales tóxicos como el mercurio, cromo, cobalto, plomo... Esto lo sabemos gracias a que la levadura es extremadamente sensible, por ello, si la cerveza sobrevive a la fermentación significa que se puede beber perfectamente.

El hígado de una persona de 70 kg puede procesar 7 g de alcohol por hora (más o menos media lata) hasta un máximo de 150 g durante 24 horas. Una borrachera ocasional no causa daños duraderos (mientras no se manejen coches ni maquinaria pesada, y tampoco seas neurocirujano). En cambio, las borracheras frecuentes producen enfermedades cardiacas, cirrosis hepática, deterioro del control y los tiempos de respuesta así como terribles problemas familiares y sociales.

El alcohol ha tenido muy mala prensa debido a sus efectos dañinos y sus propiedades adictivas. Cabe decir que fumar es más perjudicial para la salud. Por ejemplo, en 1990 en el Reino Unido murieron cerca de 110.000 personas debido a los cigarros, contra 30.000 personas que murieron por el alcohol.

Es por todo ello que os recomiendo el consumo, siempre moderado, de la cerveza. No hay nada mejor que en un caluroso y soleado día de verano, y tras una agotante faena de trabajo, ingerir un buen trago de refrescante cerveza.

Deepery